Lo que pretendía enseñarnos hoy don Francisco García era que la espontaneidad es un elemento también de la creatividad, pero que para ser espontáneo hay que trabajarlo mucho.
A mayor número de repeticiones para alcanzar algo, se obtendrá un resultado mejor y más perfeccionado y habrá además, con entrenamiento, mayor facilidad de lograrlo.
Por lo tanto es necesario convertir en hábito la realización de los ejercicios para que la espontaneidad no tenga freno. Porque el freno de la espontaneidad es el no dominio de la materia. Hay que saber que se pueden hacer transferencias de unos modelos a otros, por tanto un buen entrenamiento de las facultades creativas permite aplicar las dotes aprendidas a distintos campos.
Los haiku por ejemplo, que son una forma de poema, hecho casi en su mayor parte por inspiración espontanea. Representan el pensamiento japonés que pone atención a la esencia de lo pequeño, a lo sencillo. Y, aunque son construcciones puramente dedicadas al mundo natural, algunos autores, entre ellos el que don Francisco nos cito en clase, escritor español, han tomado la filosofía del Haiku para crear poemas en español con una construcción similar, pero que no solo versan sobre el mundo natural sino también sobre lo humano.
Algunos de los ejemplos que nos cito en clase son:
Después de todo Lo peor del eco
la muerte es solo un síntoma es que dice las mismas
de que hubo vida. barbaridades.
La mariposa No se tu nombre
recordará por siempre solo se con tu mirada
que fue gusano. lo que dices.
Para terminar la clase el profesor nos mando pensar y escribir algunos Haikus,
y eston son los mios:
風が吹く (kaze ga fuku Sopla viento
命の終わり inochi no owari y la vida termina
葉っぱが散る happa ga chiru) hojas que caen.
川の音 (kawa no oto corre el río
美しい森、 utsukushii mori, la belleza del bosque,
春が来た。 haru ga kita) es primavera.